¿No estamos confundiendo el objeto de debate?

Si hubiésemos recibido 1€ por cada encuesta rellenada con asunto «¿Cuál es tu modalidad preferida para trabajar?», este año hubiésemos recibido la extra de Navidad por adelantado. La vuelta a la presencialidad post veraniega, pilló a muchos con el paso algo cambiado y las semanas laborables volvieron a ser eternas.

No sé a vosotros, pero en la encuesta echaba siempre en falta 2 opciones a las recurrentes de 1. presencial, 2. teletrabajo o 3. mixto con huevo: Echaba en falta LIGERO y ACCESIBLE.

Cuando hace años, llegaban las primeras oficinas «google», llamaba la atención la versatilidad y colorido de espacios: Todo eran colchonetas, balancines, cantinas abiertas, caramelos, gradas, cintas andadoras, … Y lo que en un principio parecía una simple adaptación al estilo de vida desenfadado de las nuevas generaciones, encerraba ni más ni menos que la ruptura motosierra en mano con el modelo de trabajo que venimos arrastrado desde hace siglos. Un modelo apegado a un espacio físico inamovible en el que echamos raíces en forma de patitos, fotos familiares, grapadoras, plantas, diplomas, premios, archivadores y un sinfín de artículos que piden camión de mudanzas con cada cambio de ubicación. Lo que no ocurría en ese entorno, no era.

Y con el bofetón de pandemia ahora todo es ruido digital. Digitalízate o muere. Se habla de lo digital como si debiésemos ceder parte de nuestro cuerpo para transformarlo en semi-ciborg o vivir en un permanente metaverso.

El reto no es digitalizarse. Digitalizarse es el medio. El reto es ser capaz de hacer cualquier actividad ligero y accesible independientemente de tu ubicación. Punto (Disculpad la rotundidad). Y todo esto aplicado a una persona, una tienda, un servicio, un ayuntamiento, una ventanilla … lo que sea.

La pregunta que me gustaría leer es: ¿Qué necesitas para desempeñar tu actividad con total normalidad?

1- Mi espacio de trabajo con todo ‘lo mío’. Mi mesa, mi silla, mi patito y el runrún de mis compañeros alrededor.
2- Mi espacio de trabajo o el que he duplicado en casa al que ya le estoy cogiendo cariño y es una réplica de aquél.
3- Abrir el ordenador, tener el móvil a mano y cobertura.

Y, por tanto, ¿Por qué lo llaman teletrabajar? Teletrabajar implica que estás haciendo algo en remoto del puesto físico donde debes estar. Ahorrémonos el ‘tele’. Es trabajar, simplemente. Y es igual donde quiera que estés. Es trabajar ligero. Trabajar accesible. Trabajar eficiente. Y hazlo donde te dé la gana.